

Como cada Lunes de Pascua, desde 2003, el recinto de la ermita de Las Cruces fue ayer el escenario de la procesión del Encuentro, desfile procesional que cierra la Semana Santa dombenitense. Es por eso que centenares de dombenitenses y visitantes aprovechan para despedir en familia y entre amigos estos días festivos. Una cita en la que cada vez son más los que acuden a los alrededores de la ermita.
Una tradición que cumple ya dos décadas siempre con el mismo ritual. Se forma un pasillo con los asistentes portando palmas y cruces florales para ver el encuentro de los dos pasos. Y tras dar la señal de salida, echa a andar por un lado el paso de Nuestra
Señora del Encuentro, llevado por cuatro mujeres, y desde el otro lado, el Santísimo Cristo Resucitado, portado por hombres que hace el recorrido cuesta abajo. Ambos pasos están tallados en madera por el escultor José Antonio Martínez.
Tras ser 'bailados' ante el público, se procede a quitarle a la Virgen el hábito oscuro, de luto, para dejar ver uno de color claro como reflejo de júbilo y resurrección.
Ya de forma más pausada, se inicia una procesión de manera conjunta hacia la ermita de la patrona de Don Benito, donde se oficia una eucaristía antes de la posterior fiesta en los alrededores.
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